4. abr., 2021
Etiqueta
— ¿Y esta llave?, ¿es de la casa donde ibas a llevar al otro?, no te quedés callado hijo de puta. Ahora mismo iremos ahí para que nos entregues todo lo que tienes: armas, propaganda subversiva, dinero —lo dice agitado, la respiración se le escuchaba rápida, atropellada.
—Sabemos más de lo que imaginás, ese pantalón con etiqueta made in China te delata no por lo que eres, sino por inocente. Él que les dio esos pantalones ¿será acaso él que pretende ganarnos esta guerra? Si así fuera no debemos preocuparnos; que imaginación puede tener ese individuo que los manda con esas etiquetas de Mao Zedong—. Reía, daba la impresión que el foco de luz amarilla se balanceaba por la onda expansiva de las carcajadas; el foco colgaba de un cable eléctrico, lo miré cuando me quitaron la bolsa negra que cubría mi cabeza para ponerme la venda sobre los ojos: “No vayas a darte vuelta, te quitaremos esta bolsa, quédate viendo esa pared”, en unos segundos pude ver las grietas y hasta una cucaracha, llegué a pensar que hasta ahí me habían perseguido esos insectos, el hedor a orines se me metió hasta en la sangre...
Era el pantalón que meses antes había comprado en un mercado público y no me llamó la atención aquella etiqueta